Averno era el nombre antiguo que se le daba a un cráter cerca de Cumas, en Italia. Se creía que era la entrada al inframundo. Siempre he tenido la sensación de caminar junto a un precipicio. Siempre con el riesgo de caer abajo, y ésta es mi manera de sortear ese cráter, reconociendo mis propias limitaciones y buscando nuevas piedras sobre las que asentar los pies y afianzar las manos.
La Revolución Fluorescente
Yo Sueño
UN AÑO EN EL AVERNO
La primera vez que escribí sobre mí misma fuera de mis diarios era Marzo del 2010, porque algo me convulsionó en el alma al leer una de las muchas historias que encontré en la red.
Me parece que ha pasado una eternidad, no puedo creer que haya transcurrido tan poco tiempo -no llega a dos años-. Porque apenas reconozco a la autora de ese texto:
"Soy víctima de malos tratos y abusos por parte de mi padre. No recuerdo cuando empezó, solo sé que los latigazos con el cinturón y las violaciones terminaron cuando yo tenia trece años. Pero no el dolor. Ese siguió atormentándome tiempo después, con relaciones violentas, masturbaciones compulsivas, drogas e intentos de suicidio.
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